Capítulo II. 
               
CARNAVALES DE BOGOTÁ DEL SIGLO XXI.

1. BOGOTÁ, DISTRITO CAPITAL.
2. LAS COMPARSAS – EL MOVIMIENTO COMPARCERO.
3. CARNAVAL DE BOGOTÁ SIGLO XXI.
4. CARNAVAL DE TEUSAQUILLO.
5. CARNAVAL UNIVERSITARIO SIGLO XXI.


  1. BOGOTÁ, DISTRITO CAPITAL.



“En todos los países se conservan ciertos usos y costumbres tradicionales que nada ni nadie pueden deformar, quizá para rendir tributo de piadoso recuerdo a los que nos precedieron en el camino de la vida, en este valle, que con ser de lágrimas, no deja de tener momentos de goces más o menos puros y tranquilos que nos arraigan al terruño en que nacimos. Pero, por cusas que no podemos explicarnos satisfactoriamente, esta regla esencial ha tenido y tiene aún  su excepción  en la que fue Santafé y hoy se llama Bogotá. Es posible que el carácter pacífico y dócil de los habitantes de esta altiplanicie haya contribuido en mucho para hacer de ellos una especie de materia plástica como la cera, que recibe la impresión de lo último que se graba, dejando desaparece la anterior imagen que existía de ella”. José Maria Cordovéz Moure (30-1997)

“En la ciudad  la presencia de las masas fue adquiriendo poco a poco rasgos más marcados. La cantidad de gente comenzó significar un enorme déficit de vivienda y transporte, y un nuevo modo de habitar la ciudad, de marchar por las calles, de comportarse. En la periferia aparecieron los barrios de invasión y en el centro la ruptura ostensible de las formas de urbanidad. La ciudad comienza a perder su centro. A la dispersión que implican las invasiones de la periferia por los pobres - favela, villas miseria, callampas - respondían los ricos alejándose hacia otra periferia. Y la masa siguió invadiendo todo. Porque en medio de su ignorancia de las normas, y del desafío que su sola presencia entrañaba, su deseo más secreto era acceder a los que representaba la ciudad.” (Jesús Martin Barbero  172-1987)

Estas dos citas referidas a la ciudad de   Bogotá, una escrita como crónica del siglo XIX y, la otra,  producto de la  investigación  cultural en  ciudades colombianas y latinoamericanas de las últimas décadas del siglo XX,  proporcionan  claves para  comprender integralmente los fenómenos de transformación espacial, cultural y social de la ciudad.
La ciudad de Bogotá, capital de Colombia,   está en el centro del país sobre la  cordillera occidental a  una altura promedio de 2600 metros sobre el nivel del mar; desde un punto de vista estratégico domina por el norte  la  Zona Andina ( la mitad norte), y la Zona  Caribe colombianas, por el occidente la Zona Andina y Zona del Océano Pacifico, por  el oriente la Orinoquia y parte de la Amazonía colombianos y  por el Sur la Zona Andina (mitad sur) , la Amazonía y el extremo sur colombiano del pacifico,  de Tumaco a Leticia.
       

Los límites  inmediatos de Bogotá son:   Al norte: Municipio de Chía. ,Al oriente: Cerros orientales y municipios de la Calera, Choachí, Ubaque, Chipaque, Une y Gutiérrez. ,Al sur: Departamentos del Meta y Huila. , Al occidente: Río Bogotá y municipios de Cabrera, Venecia, San Bernardo, Arbeláez, Pasca, Sibaté, Soacha, Mosquera, Funza y Cota1 (Ver anexo BOGOTA)

La ciudad que en 1951 tenía 715.250 habitantes y en 1964 1.697.311; en 1973 alcanzó los  2. 855.065 en 1993 llegó a 5.484.244, en   2005  a 6.778.691 y en   2010  a  7.363.78 habitantes
       
Bogotá, D.C. inició su proceso de conversión en  ciudad capital y centro de las decisiones políticas de Colombia desde hace más de cinco  siglos incluyendo su periodo como  Bacatá antes de 1492,  en la época precolombina.  Sin embargo su transformación en mega ciudad comenzó a gestarse en la segunda mitad del Siglo XX, después del 9 de abril de 1948.El Bogotazo significó el inicio de una transformación de la ciudad tanto es sus aspectos arquitectónicos como poblacionales, puesto que esa fecha marca también el reinicio de la violencia que en los últimos sesenta años ha generado el más grande desplazamiento del campo a la ciudad registrado en el país. Las estadísticas señalaban en los años 90 un país 70% urbano, frente a un 30% rural,  invirtiéndose las cifras de los años 50/70
     

Entre los años de 1980  al 2010, Bogotá  ha aumentado  su población en un doscientos cincuenta por ciento (250%). En estos últimos treinta años pasó de 4  millones de habitantes a 7 millones y medio.

A este proceso de ensanchamiento desmesurado por encima de sus recursos y   abarcando territorios  más allá de las fronteras físicas, han contribuido diversos factores como: el aumento de la tasa de natalidad y de la esperanza de vida, las migraciones y los desplazamientos, a veces masivos,  del campo a la ciudad acelerados  por el enfrentamiento bélico de todos los matices armados, ininterrumpido al menos desde 1960 y vigente  aún iniciada la segunda década del siglo XXI.

La ciudad de Bogotá D.C está  gobernada por el Alcalde Mayor, elegido por voto popular  y por los alcaldes locales designados por él, para cada una de las localidades en que está dividida.
    
Esta trayectoria histórica ha dado como resultado una ciudad  extensa amalgamada en su  arquitectura, diversa, heterogénea, multiétnica y pluricultural, alcanzando territorio  más allá de las fronteras físicas y en permanente transformación   social, económica, política, ambiental y cultural.(Lista de Localidades)
                 

Viene  a la memoria un atardecer de  1971,  descendiendo  desde la circunvalar,  por  “Villa Paulina”, recorrer la empinada calle empedrada  bordeando el largo muro de ladrillo, limite de la Universidad de los Andes,  hasta donde llegaban algunos  salones de clase; más abajo del nivel de la calle,  pude ver a los profesores y alumnos en “picado” y escuchar al maestro Abelardo en disertación histórica ,para luego desembocar a la estación de Policía, colindante por aquella época con la entrada principal de la universidad en la 19 A, pasar  la Carrera Tercera y bajar  desde el  inicio de la Calle 19 ,  hasta llegar  al Teatro Bacatá (Luego Estudios Gravi) , para  entrar a ver la recién estrenada  “Macbeth”, película dirigida por  Roman  Polanski,  después de haber escuchado y discutido el análisis premonitorio de nuestro  profesor de sociología sobre la situación Chilena, que finalizó en la cafería del teatro.

En esa época  conferencias y exposiciones artísticas eran frecuentes  en el Centro  Colombo Americano, la Alianza Colombo Francesa, la Biblioteca Luis Ángel Arango y la Biblioteca Nacional, en cuyos sótanos funcionaba  INRAVISION. Se podía ir a cine a alguno de los teatros del centro (Embajador, Faenza, México, Metro, Mogador, Colombia,  Olimpia, El Cid, LUX  , tomar chocolate en FLORIDA o helados en El  CISNE.

En los primeros años de la década de 1970 todavía perduraba en la memoria  de propios y  visitantes  la imagen  del  centro de la ciudad,  en  los días de  nubarrones oscuros, lluviosos,  fríos grises,  la mayoría de las personas vestidas con tonos negros y  blancos, acompañando las procesiones del Jueves Santo o recorriendo en multitud las calles que llevan a las iglesias de  San diego, Las Aguas, Las Nieves,  La Tercera, La Veracruz, San Francisco y la Catedral, una de las posibles rutas  para visitar los siete santuarios del Viernes Santo impuestos por la   tradición católica. En ausencia de carnaval nos sumíamos en la cuaresma que culminaba en semana santa. 

Los habitantes del centro de la ciudad hacían sus compras  en el TÍA de la 17  o en los  el LEY  de la 12 y la 22,   Paloquemao y otras plazas de mercado. Los de Teusaquillo y la Soledad y chapinero contaban con los carullas, pues apenas empezaba a vislumbrarse UNICENTRO , el primer “mall” de la ciudad. Viniendo  del Restrepo que ya tenía una plaza de mercado importante del veinte de julio  podría pasarse por San Victorino donde encontraba de todo entre un gran mercado de libro usado.  O por los antiguos pasajes como el Pasaje Rivas.

Un habitante citadino  de 1970 todavía podía recorrer Bogotá en “trolle” desde la Carrera Decima con Calle veintisiete sur hasta el norte bajando por la calle 68 seguir hacia los barrios noroccidentales o  llegar a la Avenida Chile,  para ir a cine al Teatro Escala.  Bogotá terminaba en el suroriente en el barrio San Blas, 20 de julio, Santa Inés y el parque las Columnas  donde iniciaba la  vía para tomar  la carretera a Villavicencio; por el suroccidente  después de que pasaba el Restrepo  Quiroga, Muzú, Tunjuelito  podía pensar que había comenzado el trayecto para melgar Girardot , Ibagué, Cali. Por el norte la ciudad escasamente llegaba hasta el “segundo puente” de la autopista, pasando por  Santa Bárbara  y Cedritos  e iniciaba su recorrido hacia Tunja entre un segundo y tercer puente, podían verse desde la carretera,  a lo lejos de las primeras urbanizaciones de las localidades que   extendieron Bogotá al menos hasta más allá de la 170,  hoy con una terminal de Transmilenio, la autopista norte.  

Desde la calle 72 (Avenida chile),  hacia norte La carrera 15 comenzaba a tener  los mejores restaurantes, almacenes librerías centro de diseño de moda y glamur hasta la 100ª

En el centro iniciaba la Avenida 26 desde la tercera hasta el aeropuerto el dorado, pasando por la Universidad Nacional y el CAM  , eran vías arteria las carreras tercera,  la séptima, la decima, la caracas y la treinta,   la Avenida Jiménez hasta Puente Aranda y la salida a Mosquera . Madrid Facatativá,  municipios del suroccidente  del Departamento  Cundinamarca.  La calle 19 terminaba en la Avenida Caracas, que atraviesa la ciudad de sur a norte,  frente al CUDECOM,  edificio luego  “trasladado ” con cimientos y tres carriles   hacia el sur, para darle continuidad a esta calle, hasta la avenida de las américas  y alcanzar Ciudad Kennedy, inaugurada en  1962 y  convertida en núcleo  de expansión de la ciudad desde el centro occidente. 

Una ciudad fría y gris tanto en su clima como en el comportamiento de  muchos de sus habitantes, distante y cortés, con altos estándares de comportamiento cívico y ejercicio de normas de urbanidad. .  Luego la ciudad comenzó a crecer y crecer en todas direcciones invadiendo cerros y sabanas y convirtiéndose en una mega ciudad imposible  de recorrer por un transeúnte en pocos días  de extremo a extremo,  como podría hacerlo  en 1970.
Al llegar al Aeropuerto El Dorado, no podía evitar mirar con asombro a  muchísimas personas con una cruz de ceniza estampada en la frente; con diferentes intensidades y manifestaciones artísticas desde el más puro realismo, al más puro abstraccionismo. En Barranquilla habían quedado los estertores del carnaval del año 2003, y yo llegaba pleno de goce  a la tierra de la cuaresma,  comenzó a insinuarse en las aisladas cruces en las calles de la arenosa ciudad, y que para el momento de inicio del vuelo se había posesionado de azafatas y  pilotos tripulación del avión.

El carnaval,   sin embargo  no ha estado ausente de la ciudad.  A comienzos del siglo XX, entre 1921 y 1934 en Bogotá los estudiantes celebraban carnavales  convocando a toda la ciudad, que  contaba con trescientos mil habitantes. Desaparecieron desde  1934, para reaparecer efímeramente en los finales de  la década de los años cincuenta y comienzos de la década de los sesenta.

       

Durante los primeros años del siglo XX, hacia la décadas de los años veinte ,los estudiantes universitarios , realizaban un carnaval en la ciudad de Bogotá  inicialmente en Luna Park y utilizando la carrera  8ava, que comprometía a toda la ciudad de apenas  quinientos mil habitantes, después de 1934 se acabaron y se retomaron luego en los años 60 en una ciudad con ochocientos mil habitantes que todavía esperaban el carnaval como uno de los acontecimientos importantes de la ciudad.

En carnestolendas y carnavales en Sata fe y Bogotá, el historiador Marcos Gonzales2 analiza como según los datos recogidos una de las primeras ciudades en tener carnaval fue santáfe con el nombde de carnestolendas , según real ordenanza de 15  presenta un trabajo de investigación  histórica sobre el tema, proporcionado abundante material histórico  dando una visión de obligatoria consulta para los interesados en el Carnaval de Bogotá.
Después de infortunados incidentes y junto al  crecimiento de la ciudad,  el carnaval fue desapareciendo y perdiendo su importancia central, trasladándose a las  localidades,   al  Desfile Metropolitano de Comparsas y al desfile de comparsas infantiles.
En el contexto profundamente multicultural,  de crecimiento permanente y acelerado desde mil novecientos setenta, la ciudad fue mixturando sus   tradiciones  como el carnaval universitario y  las fiestas religiosas, con las tradiciones de  los asentamientos generados  en su territorio que en algunas épocas del año  celebran el carnaval o las fiestas de las culturas de su procedencia.

 

2. LAS COMPARSAS – EL MOVIMIENTO COMPARCERO.

El primer desfile de comparsas  en Bogotá se realizó en 1984 bajo la alcaldía Jaime Castro y desde ese  momento comenzó a gestarse lo que hoy se conoce como el movimiento comparcero que se consolido desde 1995   realizado se anualmente Para estos últimos años se han  llamado  Desfile Metropolitano de Comparsas, celebradas en agosto con motivo del aniversario de la fundación de la ciudad  y desfile de comparsas infantiles, en octubre.


En los barrios de  las localidades de la  ciudad  han  surgido “Escuelas de Comparsas”, que asumen  los procesos de formación, creación, producción y realización de las propuestas para los  “Desfiles Metropolitanos   y  los  Desfiles del Carnaval Infantil.
Estas escuelas  transmiten las tradiciones, saberes y técnicas recogidos  en su práctica de creación de comparsas,  sustentados en el sentido práctico adquirido en sucesivos desplazamientos a lo largo de la Carrera Séptima y  provenientes del teatro callejero, la danza, la música, los títeres,   la construcción de estructuras,  la confección de vestuarios, máscaras,  antifaces, así como  alimentados por  los saberes y formas de hacer de  las  culturas regionales de  donde provienen  las comunidades que habitan en la localidad.  Muchas de estas organizaciones culturales   tienen una trayectoria importante y la aprehensión de conocimientos y técnicas de expresión  que las han convertido en “Escuelas de Comparsas y de expresiones estéticas culturales”   que lideran y forman a los niños, jóvenes y a los adultos que se interesan por participar en el diseño y la creación de objetos, en la danza, la música, la representación,  vestuarios, maquillaje.  Así mismo existen otras organizaciones más recientes, con menos experiencia  y menos conocimientos pero  con grandes proyecciones,  deseos e interés por trabajar en el campo cultural, contribuyendo a la creación de un “capital cultural social” compartido y construido conjuntamente.
El trabajo de las escuelas de comparsas, algunas  con más trayectoria  que otras, de los  gestores culturales y organizaciones artísticas, cumple un papel muy importante en la integración de la comunidad, el intercambio de conocimientos

saberes y experiencias de goce y creación,  posibilitando la  recuperación del tejido social y brindando  pautas para  proponer  desde los artístico una  sociedad más equitativa.


Las comparsas bogotanas  han logrado, en la primera década del siglo veintiuno, mayor identidad, calidad artística e integración a la comunidad.  Sin embargo  las Escuelas de Comparsas  afrontan grandes  dificultades para su organización y  la ejecución de sus proyectos, evidenciando  la necesidad de  políticas gubernamentales efectivas, para financiar su consolidación como empresas artísticas, promotoras  de la creación y conservación del capital cultural colectivo de la capital.
Todos estos elementos hacen ver que las comparsas, el desfile de comparsas aunque tienen elementos constitutivos  del carnaval , no lo son,  especialmente porque aún existe la diferencia  entre espectador y actor. Tal vez si habría que verlos como semillas, gérmenes de los carnavales de las localidades, que en  su conjunto pueden calificarse como Carnaval de Bogotá

3. CARNAVAL DE BOGOTÁ SIGLO XXI.

El  sábado después del  Carnaval de Riosucio - 2005,   entré por un zaguán  de la Cra. 7 para iniciar  el largo ascenso a un auditorio de la Cinemateca Distrital,    en el ala izquierda del Teatro Jorge Eliecer Gaitán,  antiguo Teatro Colombia. Fue un  encuentro  convocado y  presidido por Instituto Distrital de Cultura y Turismo , hoy Secretaria de Cultura para impulsar el   CARNAVAL DE BOGOTÁ  propuesto por la Alcaldía.  Participación  directores de teatro, de comparsas, investigadores  y en general personas interesadas  en el tema y con prácticas y  experiencias de vida  en  este campo. Comenzó a consolidarse una propuesta de CARNAVAL DE BOGOTA.

Tras el repentino cambio de la dirección del Instituto Distrital de Cultura en ese año, el proyecto tomo rumbos diferentes a los propuestos  inicialmente. Pero gracias a las políticas de la Alcaldía Mayor , se fortalecieron los carnavales en algunas localidades o se iniciaron procesos de carnaval en otras. Para los efectos de esta investigación nos limitamos a examinar  8 localidades que han creado sus carnavales por iniciativas provenientes de organizaciones y personas de la comunidad.  
En el año 2004  la Alcaldía Mayor impulsó  como política  el Carnaval de Bogotá y aunque se gestaron algunos en las  localidades  y se fortalecieron otros, no alcanzó a ser un Carnaval de toda la ciudad. Durante este periodo los desfiles de comparsas de adultos y de niños se llamaron carnavales.
La administración de la ciudad, 2008- 2011,  cambió el nombre de carnaval por desfile Metropolitano de comparsas y desfile de comparsas infantiles e implementó las Fiestas Interculturales.


La propuesta del “Carnaval de Bogotá” lanzada por la Alcaldía en el dos mil cuatro,  generó interés por el tema, impulsó investigaciones y documentación sobre las actividades culturales en barrios y localidades y puso de manifiesto la existencia en la ciudad de muchos carnavales, originados y  realizados en diferentes fechas, con diferentes motivaciones, gestores y actores.

En el campo carnavalero bogotano,  ha venido consolidándose y adquiriendo identidad el carnaval del treinta y uno   de octubre, celebrado en toda  la ciudad, con manifestaciones particulares en algunas localidades, pero con la característica general de ser una manifestación creativa, espontánea de los habitantes de la ciudad.   como lo ha documentado el profesor Carlos Miñana (Carlos Miñana p.153)., y que incluso trasciende el ámbito de bogotás para covertirse en un fenómeno de carácter nacional.

Al  menos la mitad de las  veinte  localidades, si no todas,  tienen carnavales, la mayoría son el  resultado de iniciativas de la comunidad, sus procedencias, sus tradiciones y vienen realizándose desde hace más de  quince años. Otros, son el resultado de  políticas distritales de cultura y educación, acogidas por la comunidad. Celebran carnavales localidades como  la  Candelaria , Fontibón , Teusaquillo, Santa Fe ,  Engativá,  Kennedy ,  Ciudad Bolívar , Puente Aranda, San Cristóbal , entre otras. 

 

4. CARNAVAL DE TEUSAQUILLO.

                                                  
Como un ejemplo de los carnavales en las localidades de Bogotá, observemos Carnaval  de Teusaquillo,  una experiencia entre las posibles que la serie las Máscaras del Diablo II quiere difundir.
             
EL Carnaval de Teusaquillo fue  el resultado de iniciativas gestadas por la comunidad en los  Encuentros Ciudadanos, desde sectores convergentes  de la localidad,  concertadas  en una  propuesta presentada al Consejo Local de Cultura y  a  La Junta de Administración Local   en el año 2004.
Fue aprobado por la Alcaldía Local y para su ejecución  se estableció  un  Convenio Inter-administrativo entre el Fondo de Desarrollo Local de la Alcaldía de Teusaquillo y el Centro de Extensión Académica de la  Facultad de Artes-Universidad Nacional de Colombia- Sede Bogotá
La Universidad impulsó un proceso de investigación, acción,  participativa y creativa  con   la comunidad de la localidad, propiciando, el diálogo, el  intercambio
de saberes, de conocimientos, de experiencias, de búsqueda  de solución  a los conflictos, de creación artística a partir del  goce y la alegría.

     
El Carnaval de Teusaquillo  fue el resultado de la participación activa  de la comunidad, en la creación, organización y realización colectiva  de un objetivo común,   generando el tiempo y el espacio esenciales del mundo al revés, para la expresión  artística, individual y colectiva,  a través de la risa y el goce.
Como  experiencia local  permitió la interacción de  los distintos sectores sociales que conforman la  localidad, cruzando enfoques, opiniones, tradiciones  e intereses distintos y distantes, concertados para lograr la realización del Carnaval y  la posibilidad local de unir contrarios, en medio del conflicto de posiciones y poderes, para la armonía e  integración colectivas.
    
                                                

Después de la versión del año dos mil siete, el Carnaval de Teusaquillo está en un periodo latente, esperando  decisiones administrativas favorables, para  dar continuidad a su proceso de consolidación como patrimonio cultural colectivo de la comunidad.

5. CARNAVAL UNIVERSITARIO SIGLO XXI

(Informe IECO)

      

Para finalizar con un panorama general de los carnavales  de Bogotá en el siglo XXI , veamos  una síntesis de los universitarios UN2010  y UN2011, realizados en la Universidad Nacional de Colombia y que significan un renacer del carnaval  y un aporte a la integración y bienestar de la comunidad  universitaria.
Dese el año 2009, la dirección del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura IECO, propuso a La Vicerrectoría de Sede, reiniciar el carnaval universitario: En coordinación con la Dirección de Bienestar de Sede realizó este carnaval  cuya primera versión,  en dos mil diez , tuvo la presentación de veinte comparsas integradas por aproximadamente dos mil quinientas  personas de la comunidad universitaria, incluidos los niños del jardín infantil y del  IPARM.


Para el año 2011 el número de comparsas pasó a más treinta  con tres mil integrantes, se incrementó la participación de estudiantes y profesores, egresados y  pensionados   en su conformación y hubo mayor presencia e integración de la comunidad universitaria  al carnaval.  Se  fortaleció la junta del carnaval y se logró

una estructura básica del evento  con  actividades previas desde el primer semestre y  actividades para  la celebración del Carnaval  UN dos mil once,  del  diez y nueve al veintiuno  de septiembre.

Los  procesos de integración impulsados por  el carnaval  logrando que administrativos y trabajadores en general, estudiantes y profesores hayan iniciado la tradición de un trabajo conjunto para la producción  de las propuestas creativa  para el carnaval. Esto se vio especialmente reflejado como una de las características de la última versión. Puede decirse que hubo una apropiación generalizada del carnaval por parte de la comunidad universitaria, Dirección de Bienestar , dependencias , facultades , IECO,  generando interesantes procesos para la formulación de propuestas creativas para el carnaval , propiciando la interacción e integración  entre la comunidad universitaria , la participación de la comunidad bogotana  y contribuyendo a l fortalecimiento del bienestar, especialmente en los aspectos del encuentro consigo mismo, con los demás y el desarrollo de potencialidades creativas de todos los participantes.

ES IMPORTANTE DESTACAR  en trabajo mancomunado  de la Dirección de Bienestar de Sede, y sus áreas, de las direcciones de  Bienestar de las Facultades, del IECO y de la comunidad universitaria en general en  el proceso de creación, producción y realización del CARNAVAL UNIVERSIRTARIO.

 

Jorge Enrique Londoño Pinzón
Profesor Asociado 
Facultad de Artes- Escuela de Cine y Televisión 
Investigador Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura- IECO
Universidad Nacional de Colombia

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1 Tomado de la página Web: http://www.bogota.gov.co consultada en junio de 2010.

GONZALEZ Pérez, Marcos. Carnestolendas y Carnavales en Santa Fe y Bogotá. Intercultura, Bogotá, 2005.