LAS MASCARAS DEL DIABLO

INTRODUCCIÓN

    “…la risa degrada y materializa…”

                                          M. Bajtin

  Ni la magia del carnaval, tan envolvente  y gratificante, pudo evitar que lo convirtiera  en   sujeto/objeto de estudio sociológico, como me sucedió con la literatura, la televisión y la educación.

La ambivalencia constante entre hacer literatura o analizarla; hacer televisión o analizarla; hacer hacer televisión o analizarla,  a la que me he sometido asumiéndola como un todo, aunque parezca un desequilibrio, entre el pensar y el hacer; algunas veces predominando el uno sobre el otro , especialmente el hacer, pero siempre indisolubles , siempre juntos y presentes, como contrarios en síntesis permanente, sin desaparecer ni destruirse el uno al otro, dándose sus espacios y sus tiempos. No escapo, por supuesto, a presumir que en esto de las dicotomías tenga peso fundamental el pensamiento bourdesiano:

                    «Las oposiciones consagradas acaban por parecer  implícitas en la naturaleza de las cosas, aun cuando el más mínimo examen crítico, sobre todo si se lleva a cabo con conocimiento del campo (elaborado como tal), obliga a descubrir a menudo que cada una de las posiciones opuestas carece totalmente de contenido al margen de la relación con la posición antagónica, de la que a veces tan sólo constituye la inversión racionalizada. Es lo que ocurre, a todas luces, con multitud de pares de oposiciones actualmente vigentes en las ciencias sociales: individuo y sociedad, consenso y conflicto, consentimiento e imposición, o, entre los anglosajones, «structure and agency», y, de forma más manifiesta aún, con las divisiones en «escuelas», «movimientos» o «corrientes» : «estructuralismo» y «constructivismo», «modernismo» y «postmodernismo», etiquetas con apariencia de conceptos que  apenas tienen más autonomía respecto a unas oposiciones entre posiciones sociales que las divisiones de las mismas características en uso en el campo literario o artístico (como, en el literario, a finales del siglo pasado, la oposición entre naturalismo y  simbolismo). [1]

          A lo largo del desarrollo de este trabajo de investigación he buscado la mayor rigurosidad posible para tratar de entender las cosas como son y explicitarlas como son, el trabajo del sociólogo, que ha implicado procesos de objetivación, de distanciamiento, de volver a creer y resignificar el valor del carnaval como fuente de análisis e interpretación de las culturas que han sido invisibilizadas por la imposición de la cultura "homogenea", impidiendo el reconocimiento de la diversidad dentro de las unidad y el fortalecimiento de identidades regionales.

          En el Carnaval de Riosucio del año 1987 descubrí mi fervor carnavalero al mismo tiempo que la inquietud por  analizar  el carnaval  como un hecho social que da paso a la convivencia y aplaza los odios, una tregua para la alegría y la fraternidad. Ambos fueron aplazándose, hasta renovarse plenamente en el Carnaval del año 2003, dando  origen a este estudio sobre “agentes inculcadores de habitus”. 

          La investigación está basada en los  conceptos relacionales y disposicionales elaborados  por el sociólogo francés Pierre Bourdieu, asumiendo  sus implicaciones y antecedentes  y, por supuesto, reconociendo que de alguna manera procedo  a la inversa, aunque no en oposición, en cuanto parto de los principios formulados por él  tras largos años de investigación y reflexión,   para «apropiarlos» aplicándolos  a un caso particular de los posibles, tratando de hallar en que medida sus conceptos y métodos pueden contribuir a la comprensión de las relaciones sociales en el contexto colombiano, dentro de una región en particular.

          Bourdieu considera en el Prefacio a Razones Prácticas [2] los siguientes aspectos como  lo más elemental y fundamental:

  1. “…una  filosofía de la ciencia que cabe llamar  relacional, en tanto que otorga la primacía a  las relaciones (...)  se ocupa de “ relaciones objetivas, que no se pueden mostrar ni tocar con las manos y que hay que conquistar, elaborar y validar a través de la labor científica.”

          En oposición directa a las rutinas del pensamiento social que se ocupa más de las “realidades” sustanciales, individuos, grupos etc. 

2. “…una filosofía de la acción, designada a veces como  disposicional, que toma en consideración las potencialidades inscritas en el cuerpo de los agentes y en la estructura de las      situaciones en las que éstos actúan o , con mayor exactitud, en su relación. Esta filosofía que se           condensa en un reducido número de conceptos fundamentales, habitus, campo, capital, y cuya    piedra angular es la relación de doble sentido entre las estructuras objetivas ( las de los campos sociales) y las estructuras incorporadas (las de los habitus),…” 

          Diferenciándose  frente a una concepción racionalista estrecha y al estructuralismo; la sociología de Pierre Bourdieu puede considerarse la  síntesis de dos grandes tradiciones en ciencias sociales: La Objetivista/estructuralista y la fenomenológica/subjetivista,   más trabajo acción.

          En los años 50 el  Marxismo no existía como posición. Predominaba  la fenomenología en su variante existencialista.

“ ...En una palabra, mi relación crítica  con el intelectualismo bajo todas sus formas (y especialmente mente bajo su forma estructuralista) está sin ninguna duda ligada a la forma particular de mi inserción originaria en el mundo social  y a la relación particular con el mundo intelectual que ella favorecía  y que el trabajo sociológico no hacía sino reforzar  al neutralizar las censuras y los rechazos ligados a los aprendizajes escolares - que, por su lado dándome los medios de superar la censura del lenguaje erudito, me permitieron, sin duda, decir buen número de cosas que la lengua culta excluía.” [3]

          “La sociología, en su estado actual, es una ciencia de gran ambición y las maneras legítimas de practicarla son extremadamente diversas.”  Bourdieu plantea que existen oposiciones y que además son ficticias o falsas, siendo las más evidentes, por ejemplo, las que existen entre teóricos y empiristas, o entre subjetivistas y objetivitas. Habla de la sociología como una ciencia de gran ambición  y subdividida y especializada, lo que genera también falsas oposiciones teóricas, porque cada uno tiende a imponer  como la única manera legítima la que le es más accesible. Son oposiciones reales en el campo sociológico,  tienen un  fundamento social pero ninguno científico.

          Sociología de la sociología una de las condiciones primeras de la sociología,  para Bourdieu tiene otras ventajas: el principio según el cual cada ocupante de una posición quiere ver los límites de los ocupantes de otras posiciones. Lo que se ve como situación de crisis es completamente favorable al progreso científico. 

          Con estas argumentaciones no pretendo sustentar la “cientificidad” de esta tesis, pero si quiero explicar como finalmente me siento como carnavalero analizando el carnaval, creo que es uno de los mayores obstáculos que he encontrado en el proceso realizado y que traté de objetivar, de tomar distancia de mi objeto de estudio,  buscando la mayor cantidad de recursos a mi alcance para lograrlo, como expongo en el anexo sobre metodología.  

          Las primeras intenciones de aplicar  las categorías Bourdiesianas las orienté hacia la investigación sobre los medios de comunicación masiva , especialmente desde la publicación de sus intervenciones “Sobre la Televisión” , pero no tardé en comprender que este objeto “elusivo y complejo” [4] necesitaba de otras aproximaciones para abordarlo, estudios más focalizados,  pasos previos que permitieran formular o reformular  estas categorías de partida  en “un caso particular de los posibles” en nuestro contexto y, allanar el camino para  una investigación tan amplia,  tan “masiva”,  como puede ser considerar la televisión como agente inculcador de habitus.

    De ésta manera la pregunta inicial: ¿es la televisión un agente  inculcador de habitus?,  se transformó, como si se  disfrazara, en: ¿es el Carnaval un agente inculcador de  habitus?  Es el mismo punto de partida para tratar de encontrar y explicar  los factores que influyen en la conformación del sentido práctico en nuestra sociedad, es decir en Riosucio, en Bogotá, en Colombia.

          Entre los interrogantes que salieron a flote durante la recopilación de la información aparecía insistente la pregunta sobre la importancia de este tema y sobre la pertinencia de estos estudios sobre un aspecto tan particular. Nunca he podido responder a cabalidad sobre esto, pero entre las posibles respuestas continuó alentándome el considerar la importancia de la fiesta y de la risa como vitales para que hayamos soportado tantas desventuras cotidianas de nuestra realidad, pletórica de  injusticia traducida en miseria, violencia,  desequilibrio social, politiquería, corrupción, guerra y dominación, las siete plagas  que acosan la existencia de las sociedades modernas y postmodernas.

          Podemos decir sin exagerar que   la historia de la violencia en Colombia  abarca la mayor parte de los siglos XIX y XX y lo que va del XXI, con sus etapas, características particulares,  matices, móviles, causas, efectos etc.;  hemos vivido constantemente en guerra del pueblo  enfrentado contra el pueblo,  luchando por ideales que no le pertenecen.  Cuando oigo decir en los noticieros que los civiles piden que no los involucren en la guerra, que así se ha llamado últimamente, me pregunto como puede pensarse que los civiles no estemos involucrados en ella,  si casi que toda nuestra historia, mucho mas acentuadamente en el ultimo medio siglo, ha estado vinculada a  la guerra.

          El Carnaval, la fiesta,  significa el tiempo para la tregua, cuando los odios y las  diferencias se aplazan  para dar paso a la alegría, a la risa,  a la burla, a los ritos purificadores y a la convivencia. Tiempo y espacio festivos,  conquista de las sociedades para conservar la salud mental social.  Bálsamo colectivo  para recuperarnos  y continuar viviendo creyendo  que podemos construir un mundo más equitativo.

          Una vez realizado el proceso de investigación  establecí cuatro partes para la presentación del trabajo. La primera desarrolla el tema central de esta tesis,  precisa lo que en ella se entiende por agentes inculcadores de habitus. La segunda parte explicita y define el campo social Riosucio,  caracterizando su configuración como espacio social actual, a partir  de  sus contextos históricos y culturales,  y  expone cómo frente a este campo existe un contracampo: la República Carnavalera, paralela, de forma latente al campo cotidiano de Riosucio, y que tiene vigencia y existencia propia durante el tiempo del carnaval, seis días. La tercera parte establece y analiza los “agentes carnavaleros  inculcadores de habitus”: Los matachines, la cuadrilla, la barra, el carnaval y el pueblo carnavalero. Finalmente la cuarta indaga por  la ilussio del Carnaval, resaltando como la existencia de este evento festivo y absorbente ha sido  posible mientras  sus “hacedores”  han creído en   él y le han hecho todas sus apuestas.



[1] BOURDIEU, Pierre,  Meditaciones pascalianas, Barcelona: Anagrama, 1999. Pág., 135

[2] RAZONES PRÁCTICAS. Sobre la teoría de la acción. .Pág. .8

[3] Bourdieu, Pierre . COSAS DICHAS. Gedisa editorial, 1988 Págs.  33-45

[4] ver : CASSETTI, Francesco  y DI CHIO, Federico Análisis de la televisión Instrumentos, métodos y prácticas de investigación. Barcelona: Ediciones Paidós, 1996.

IR  A CAPITULO I