Después de dejar Anserma la cordillera se hace cada vez más empinada y fatigante, los carros suben la pronunciadas y continuas curvas en las primeras velocidades haciendo el último esfuerzo para encontrar en el punto más alto del pueblo, la terminal de Riosucio.
El municipio está ubicado en la en la cordillera Central Colombiana, al occidente del Departamento de Caldas, (75º 42’, longitud occidental y 5º 40’ latitud Norte). Tiene una superficie de 391 Km2, correspondiendo al área urbana 0.82%.
En medio de este paisaje de montaña que todavía conserva los rastros de su esplendor en la belleza y exuberancia de sus verdes laderas, mientras las curvas me bambolean de lado a lado, me pasa por la mente un pasaje de “Tomás”, la novela que llegó a mis manos en mi visita de Semana Santa; dice el narrador refiriéndose al personaje que da título a la obra, que recién nombrado Superintendente del Establecimiento de minas de Marmato, investiga sobre el cantón de Supía: (CONT. CAPITULO 2.1 CAMPO SOCIAL: RIOSUCIO)
“Esas lecturas no le dijeron quien fue el primer español que puso su planta en Marmato, pero si conceptuó que quién bautizó con ese nombre al cerro fue metalurgista, pues halló allí el mineral de ese nombre , que los químicos conocen, pero de cuya existencia apenas tiene noticia el vulgo. Supo que los nativos explotaron sus filones, y solo columbró que los tales pertenecían a la tribu de los Supias, vencidos por Suer de Nava en su excursión por la banda occidental del Cauca. Informóse que, fundada Anserma a mediados de 1539, por orden de Lorenzo de Aldana, repartió Jorge Robledo los indios en encomiendas, los cuales fueron dedicados a labores de minas ya en Marmato, ya en Loaisa, ya en Supía , Quiebralomo, Picará y Mápura” [1]